El acoso abarca todo acto, conducta, declaración o solicitud que resulte inoportuno para una persona o varias personas y que pueda considerarse razonablemente, en todas las circunstancias, como un comportamiento de acoso de carácter discriminatorio, ofensivo, humillante, intimidatorio o violento o como una intrusión en la vida privada. El acoso puede incluir una acción, un comportamiento, una declaración o una demostración relacionada con la raza, la edad, las creencias, la religión, el origen nacional o étnico, los atributos físicos, el género, la identidad de género, la expresión de género, las características sexuales, la orientación sexual, el estado civil o la situación familiar de una persona. El acoso concierne no solo la intención sino también el efecto. Un acto que es percibido razonablemente por una persona o grupo como ofensivo puede constituir acoso, sea este intencional o no. El acoso incluye cualquier conducta inoportuna y que sea razonablemente ofensiva, o que pueda considerarse prohibida. Las conductas de acoso incluyen, entre otros:

  • La intimidación y el hostigamiento
  • El acoso sexual
  • El abuso de autoridad
  • Las represalias
  • Las prácticas discriminatorias
     

Última actualización: 05 Agosto 2022